jueves, 7 de noviembre de 2013

A veces tratamos mejor a los extraños...



hoy choque con un extraño cuando caminaba. " disculpe usted", le dije y él me dijo " no, disculpe usted, no la vi cuando venía" Ambos fuimos muy amables. Continuamos nuestro camino y nos dijimos adiós. Pero al llegar a casa, otra historia se desarrolló.

Esa misma tarde mientras yo cocinaba, mi hija se paró muy firme por un lado sin que yo me diera cuenta.

Cuando me di la vuelta casi la tumbó.

" Quítate de aquí porque me estorbas", le grité. Ella se fue con su corazoncito destrozado. No me di cuenta de lo fuerte que le grité.



Por la noche, cuando me acosté, escuché una voz muy baja que me decía:

" cuando hablaste con un extraño, cortés fuiste, pero con la criatura que amas, grosera te portaste". Mira en el piso de la cocina y encontrarás unas flores cerca de la puerta, esas flores rosa, amarillo y azul, tu hija las escogió especialmente para ti; y se acercó a ti silenciosamente para no arruinar la sorpresa. Pero tú ni te diste cuenta de las lágrimas en sus ojos.



En ese momento me sentí el ser más insignificante y las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos. Lentamente fui al cuarto de mi hija y me arrodillé al borde de su cama.

" Despierta, cariño, despierta Chiquita". Le dije. " ¿estas flores... Las escogiste para mí, amor?" Ella sonrió y dijo:
" las encontré cerca de un árbol y las escogí porque sabía qué te gustarían, especialmente la azul".


Le contesté:
" hija, disculpame por la forma en que te trate en la tarde, no debí gritarte de esa forma".

Ella me contestó:
" mamá, no te preocupes, te quiero de cualquier manera". " y yo a ti, corazón, y me encantaron tus flores, especialmente la azul". Le contesté.



Tengamos en cuenta como tratamos a nuestros seres queridos, sin importar su edad... 

Si nos morimos el día de mañana, la empresa donde trabajamos nos pueden reemplazar fácilmente, en un par de días. Pero la familia que dejemos siempre sentirá la pérdida de ese ser querido por el resto de sus vidas y jamás podrán reemplazarlo y si lo pensamos un poco invertimos más tiempo en nuestro trabajo que en nuestras familias (una inversión no muy atinada por cierto) También recordemos que nuestros hijos, es el de ser niños o jóvenes que merecen respeto y lo menos que pueden esperar de sus Padres es amor y protección.  

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