miércoles, 29 de noviembre de 2017

El tiempo no se detiene...


Cuando miras el reloj, ya es la hora de cenar…
Cuando te das cuenta ya llego el fin de semana…
Cuando miras el almanaque, se termino el mes… y sin darte cuenta llega la nueva Navidad y un nuevo año esta a pocos días… 
Cuando somos niños miramos a nuestros abuelos y decimos: cuanto me falta para llegar a su edad… pero cuando llegas y miras para atrás, te preguntas: Como puede ser que los años hayan pasado tan rápido...?

Sin darte cuenta los años pasan y casi siempre dejamos para mañana las cosas que verdaderamente son importantes en la vida…
Pasar tiempo y disfrutar de los hijos, la familia y los amigos…
Muchos gastan sus mejores años de sus vidas detrás de los negocios, el dinero, sin pensar que un día la vida se termina, dejando lo importante para Después.
Si pudiéramos erradicar de nuestro lenguaje la palabra Después, mas tarde o mas adelante, por: ahora, hoy…

Fíjate como nos comportamos:
Después te llamo…
Más tarde lo hago... 
Un día de estos, voy ocuparme de mis hijos…
Dejamos todo para Después, como si el Después fuese la solución.

Debemos entender que...
El Después, cambia la prioridad…
El Después, te hace perder el encanto…
El Después, te hace llegar tarde…
El Después, hace que los hijos crezcan y no puedas disfrutar…
El Después, hace pasar el tiempo y hace perder la oportunidad de vivir….
El Después, hace que la vida se termine…
Y lo más importante no dejes para después la oportunidad que tienes ahora para decirle a Jesús que sea parte de tu vida, tal vez Después sea demasiado tarde…
El tiempo es como un río, nunca podrás bañarte en la misma agua, porque la corriente se la lleva y jamás podrás recuperarla.

Recuerda que: Ayer y Mañana, no existen, *El día es hoy*
Un viejo refrán dice: No dejes para mañana. todo lo que puedas hacer hoy.


sábado, 4 de febrero de 2017

El Saco De Plumas



Había una vez un hombre...
 que calumnió grandemente a un amigo suyo, 
todo por la envidia que le tuvo al ver 
el éxito que este había alcanzado.

Tiempo después se arrepintió de la ruina 
que trajo con sus calumnias a ese amigo, 
y visitó a un hombre muy sabio 
a quien le dijo:


"Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo. 
¿Cómo puedo hacerlo?",

a lo que el hombre respondió: 
"Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas 
y suelta una donde vayas"

El hombre muy contento por aquello 
tan fácil tomó el saco lleno de plumas 
y al cabo de un día las había soltado todas. 

Volvió donde el sabio y le dijo: 

"Ya he terminado"


a lo que el sabio contestó: 

"Esa es la parte más fácil"

Ahora debes volver a llenar el saco 
con las mismas plumas que soltaste.

"Sal a la calle y búscalas"

El hombre se sintió muy triste, 
pues sabía lo que eso significaba 
y no pudo juntar casi ninguna.

Al volver, el hombre sabio le dijo:
"Así como no pudiste juntar de nuevo 
las plumas que volaron con el viento, 
así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca 
y el daño ya está hecho. 
Lo único que puedes hacer es 
pedirle perdón a tu amigo, 
pues no hay forma de revertir lo que hiciste".

"Cometer errores es de humanos 
y de sabios pedir perdón"