viernes, 29 de noviembre de 2013

Donde esta la felicidad...



Cuenta la leyenda que antes de que la humanidad existiera, se reunieron varios duendes para hacer
una travesura.
 
 
 Uno de ellos dijo

Pronto serán creados los humanos. No es justo que tengan tantas virtudes y tantas posibilidades. Deberíamos hacer algo para que les sea más difícil seguir adelante. Llenémoslos de vicios y defectos, eso los destruirá.

El más anciano de los duendes comentó:

-Está previsto que tengan defectos y dobleces, pero eso sólo servirá para hacerlos más completos. Creo que debemos privarlos de algo que, aunque sea, les haga vivir cada día un desafío.

-¡Qué divertido! -dijeron todos.

Pero un joven y astuto duende comentó desde un rincón:



 
  -Deberíamos quitarles algo que sea importante...

-¿Pero qué?

Después de mucho pensar, el viejo duende exclamó:

-¡Ya sé! Vamos a quitarles la llave de la felicidad.



-¡Maravilloso! ¡Fantástico! ¡Es una excelente idea gritaron todos los duendes mientras bailaban alrededor de un caldero.

El viejo duende siguió:

-El problema va a ser dónde esconderla para que no puedan encontrarla.

El primero de ellos volvió a tomar la palabra:

-Vamos a ocultarla en la cima del monte más alto del mundo.



A lo que inmediatamente otro miembro repuso:

-No, recuerda que tienen fuerza y son tenaces; fácilmente, alguna vez, alguien puede subir y hallarla, y si la encuentra uno, ya todos podrán escalarlo y el desafío terminará.

Un tercer duende propuso:

~Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar.




 Un cuarto todavía tomó la palabra y contestó:

-No, recuerda que tienen curiosidad; en determinado momento algunos construirán un aparato para poder bajar y entonces la encontraran fácilmente.

El tercero dijo:

-Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra.


 A lo cual los otros señalaron:

-No, recuerda su inteligencia, un día alguno va a construir una nave en la que puedan viajar a otros planetas y la descubrirán.

Un duende viejo, que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás, se puso de pie en el centro para decir:

-Creo saber dónde ponerla para que realmente no la descubran. Debemos esconderla donde nunca la buscarían.

Todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono:

-¿Dónde?

Y respondió:

-La esconderemos dentro de ellos mismos... muy cerca de su corazón...


 Las risas y los aplausos se multiplicaron. Todos los duendes reían:

-!!! ]a,ja,ja...!!! Estarán tan ocupados buscándola afuera, desesperados, sin saber que la trae consigo todo el tiempo.



El joven escéptico acotó:

-Los hombres tienen el deseo de ser felices, tarde o temprano alguien será suficientemente sabio para descubrir dónde está la llave y se lo dirá a todos.

-Quizá sucederá así -dijo el más anciano de los duendes, pero los hombres también poseen una innata desconfianza de las cosas simples. Si ese hombre llegara a existir y revelara que el secreto está escondido en el interior de cada uno, nadie le creerá.



Autor: Jorge Bucay