domingo, 1 de marzo de 2015

Dios Esta En Tu Corazón...


Mañana en la mañana abriré tu corazón le explicaba el cirujano a un niño. 
Y el niño interrumpió: 
- ¿Usted encontrará a dios allí?


El cirujano se quedó mirándole, y continuó: 
- Cortaré una pared de tu corazón para ver el daño completo. 
Pero cuando abra mi corazón, ¿encontrará a dios ahí?, volvió a interrumpir el niño.


El cirujano se volvió hacia los padres, quienes estaban sentados tranquilamente. Cuando haya visto todo el daño allí, planearemos lo que sigue, ya con tu corazón abierto.


Pero, ¿usted encontrará a dios en mi corazón? dicen que el vive ahí. ¡Entonces usted lo encontrará en mi corazón!. 
El cirujano pensó que era suficiente y le explicó: 
Te diré que encontraré en tu corazón... Encontraré músculo dañado, baja respuesta de glóbulos rojos, y debilidad en las paredes y vasos. Y aparte me daré cuenta si te podemos ayudar o no. 
- ¿Pero encontrará a dios allí también? Es su hogar, Él vive allí, siempre está conmigo.

El cirujano no toleró más los insistentes comentarios y se fue. 
Enseguida se sentó en su oficina y procedió a grabar sus estudios previos a la cirugía: aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardíaca masiva. Sin posibilidades de trasplante, difícilmente curable. 
Terapia: analgésicos y reposo absoluto. 
Pronóstico: tomó una pausa y en tono triste dijo: muerte dentro del primer año.
Entonces detuvo la grabadora. Pero, tengo algo más que decir: 
- ¿Por qué? Pregunto en voz alta ¿Por qué hiciste esto a él? Tú lo pusiste aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a una muerte temprana. ¿Por qué? 
De pronto, Dios, le contestó:

El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a tu rebaño porque él es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad. Aquí en el cielo, en mi rebaño sagrado, ya no tendrá ningún dolor, será confortado de una manera inimaginable para ti o para cualquiera. Sus padres un día se unirán con él, conocerán la paz y la armonía juntos, en mi reino y mi rebaño sagrado continuará creciendo.

El cirujano empezó a llorar terriblemente, pero sintió aun más rencor, no entendía las razones. 
Y replicó: 
- Tú creaste a este muchacho, y también su corazón ¿Para qué? ¿Para que muera dentro de unos meses? 
Dios le contesta: Hace unos años envié una oveja mía con dones de doctor para que ayudara a sus hermanos, pero con tanta ciencia se olvidó de su Creador. 
Así que envié a mi otra oveja, el niño enfermo, no para perderlo sino para que regresara a mí, aquella oveja perdida hace tanto tiempo.

El cirujano lloró y lloró inconsolablemente. Días después, luego de la cirugía, el doctor se sentó a un lado de la cama del niño; mientras que sus padres lo hicieron frente al médico.

El niño despertó y murmurando rápidamente preguntó: 
-¿Abrió mi corazón? 
- Si dijo el cirujano- 
-¿Qué encontró? preguntó el niño. 

Tenías razón, encontré allí a dios. 

El niño se recuperó.

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